Buenas tardes, ahora que he acabado un encarguillo y antes de empezar otro, quiero hablar de un proyecto que hice con mucho gusto.

La mamá de María quería regalarle un álbum para su cumple, pero disponía de muy poco tiempo y ninguna foto. Al mismo tiempo ella tenía claro que María, que es una niña muy dinámica, necesitaba algo que pudiera utilizar y no sólo algo para mirar.

Así que esa noche empecé a ver posibilidades y pronto surgió la inspiración. Haría un maletín, lo llenaría de detalles y decoraciones que ella pudiera utilizar y le haría un miniálbum blanco para que pudiera personalizar.

El maletín lo hice desde cero con cartón de alto gramaje forrado en cartulina pistacho y papel texturizado azul, que le daba un toque un poco chic. Y como remate le añadí unos adornos metálicos relacionados con sus temas favoritos. Además le puse un par de bolsillos a cada lado, uno con la explicación del regalo y otro con unos clips gigantes. Y para que fuera más fácil su apertura, le dejé abierta la solapa de adelante, para que pudiera abrirlo completo.

Después siguiendo los gustos de María, le hice el lápiz que decora la portada. Es un lápiz de «Fliying Tigex» en terciopelo verde, al que le añadí una flor de la pasión que hice a partir de un troquel de poinsettia y le puse plumas, un cascabel y otras decoraciones.

Después empecé haciendo la carpeta donde irían las cartulinas decoradas. Tenía una preciosa bolsa de papel de regalo de «Women Secret» , que fue mi inspiración y a partir de unas cartones muy rígidos hice la carpeta para albergar los papeles decorados. Seleccioné cada papel de entre los que compré, eligiendo los más bonitos y adecuados para ella y los recorté al tamaño de la carpeta.

Después hice la carpeta que albergaría los troqueles, las pegatinas, los enamel y los brillantes de pegatina. Esta carpeta no la hice desde cero, elegí una que tenía en casa, porque era justo lo que buscaba, de anillas, muy estrechita, pues solo albergaría una página más un par de sellos que le compré. La forré en tonos verdes y rosas y lista.

Tardé una semana entera en preparar todos los troquelados y los sellos pero mereció la pena. Elegí varios de cada y los distribuí por temáticas en bolsitas rematadas en papel estampado y les hice unos sobres a medida que pegué a un cartón entitado para que tuviera cuerpo y no se doblara. Le hice sellos y troqueles de comidas, palabras, corazones, círculos, etc.

Lo siguiente fue un sobre shaker que sabía que sería su ilusión, lo hice con la fuse y hule grueso al que añadí una M grande de cartón blanco entintada con bailarinas, pasionarias y colibríes y muchas lentejuelas azules y verdes. Dentro le metí una libretita en forma de flamenco, unas tintas que empaqueté como caramelos y unas cartulinas que fui embossando y entintando de distintas formas.

Por último hice el álbum, no quería un tamaño ridículamente pequeño, pero tampoco que no cupiera en el maletín, así que de 8″ me pareció lo más adecuado y lo encuaderné con mi cinch, recién estrenada, je, je. Le hice cada página diferente y un sobrecito al final.

Terminé metiéndole una troqueladora multiformas, para que el kit fuera completo.

Así María tendría un set completo de scrapbooking, con álbum, papeles estampados, troqueladoras, sellos, tintas… y su propio maletín para guardarlo todo.

Tanto a ella como a su mamá les encantó y espero que a vosotros también. Yo disfruté mucho, en su realización, pensando en que es un buen modo de iniciar a las peques en el scrap y un regalo completo con el que fomentar su creatividad y del que pueden disfrutar mucho.

Hasta pronto.